EL PRECIO DEL TALENTITO

Soy un tecladista de primera, pero aún no logro entender por qué los benditos "pato bicas" (seguramente los llaman así por aquéllo de " un paso una cag...") me impiden el acceso a las discos o recitales en los estadios tradicionales. Si la última vez que toqué, fué algo memorable: había minitas que lloraban y gritaban como locas.
Fernaaaaaaaaaaaaaaaaaandooooooo ! !
!Sí, y me arrojaban prenditas íntimas (gurdapolvos, moñitos, pañuelitos,bolsitas con el nombre bordado) y objetos varios (vasitos plegadizos de plástico para el agua, cajitas de caramelos masticables, figuritas).La presidenta de mi fans club, me tiró completamente descontrolada el trozo más rico de alfajor triple que le había quedado. Después me enteré que me vió algo pálido luego de 3 horas de recital. Una divina!!!.
La directora, (sí, no les conté que todo esto transcurría en el patio del cole) no sabía qué hacer para detenerme, desalojó el arenero que se había convertido a esa altura en el sector "campo VIP", y llamó al temible portero, para que desconecte mis potentes bafles. Fue muy triste, tantos chicos haciéndome el aguante previo con canciones patrias, recitados, bailes criollos,etc.
Al final a mí,desde luego, me censuraron la última parte de mi concierto, que quedó trunco , UFA !!!!.
Claro, también no se todavía cómo se me pudo haber ocurrido emular a Robbie Williams, hacer subir al escenario a la profe de música, y comerle la boca de un beso parado sobre el estuche del acordeón. Se puso tan colorada, pero no obstante creo que cerró los ojos unos segundos......

Ahora mis papis me escondieron todos los equipos, pero me compraron una PC.
Dicen que es algo muy instructivo y sobre todo inofensivo para los chicos.
Ah, me olvidaba, naturalmente ya le agregué una web cam je je je je.