SE ME HA PERDIDO AYER, SE FUE...

Mi unicornio azul ayer se me perdió,
pastando lo deje y desapareció.
Cualquier información bien la voy a pagar,
las flores que dejó no me han querido hablar.
Mi unicornio azul ayer se me perdió, no se si se me fue,
no se si se extravió...

Y yo no tengo más que un unicornio azul,
si alguien sabe de él, le ruego información:
cien mil o un millón yo pagaré.

Mi unicornio azul,se me ha perdido ayer, se fue............

Silvio Rodríguez (fragmento)

Dice una canción que te has perdido ayer.
Quién podrá apreciar ahora entonces, tu majestuoso galope remontando una nube que se posó a tus pies ofreciéndose como tu hierba eterna.
Esa luz mágica que irradia tu único cuerno, mástil del estandarte de tu estirpe, mascaron de proa de tus virtudes para quienes aún creemos en las leyendas, cuántas almas más estará iluminando para teñirlas de tu tono color cielo, develándoles tus infinitos secretos.
Dicen que muchos niños se han deleitado acariciando tu suave pescuezo, a medida que iban montados sobre tu lomo de juguete, cuando te llamaban desesperados desde sus camas amorfas, donde las esperanzas se perdieron en las opacas luces de la sala general, con explicaciones banales, de análisis y estudios cuyos resultados no indicaban posibilidades de ser bien tolerados, mientras sus ojos buscaban con la mirada perdida, el encandilamiento de tus reflejos mágicos.
Y tú, tan sólo tú, los sacaste a cada uno de ellos de ese infierno, remontándolos en un goce sin límites, para que conozcan no sólo tu cabalgar, sino el de las estrellas fugaces, pudiendo sentir así, gracias a ese viaje en tus dominios, los matices de una vida diferente.
Yo mismo, en dos noches distantes, te vi pasar, majestuoso, suave y ágil como las plumas que usas como herraduras para no dejar huellas en las nubes.
Me otorgaste el placer de poder contemplarte tan sólo, corcoveando alegremente , pero desde cierta distancia ambas veces, para arrancarme esa sonrisa que aún no olvido, justo en los instantes de la desesperación, cuando el mundo interior no encuentra los hilos que gobiernan las marionetas de los pensamientos ni la razón, que se mimetizan como grotescas máscaras con el Polichinela de un viejo circo ambulante.
No me explico como intuiste que si partías llevándome sobre ti, nunca más volvería a escribir un poema. Y tan sólo por esa sutileza que me llena de placer, me dejaste.
Pero ahora te busco de manera espontánea, afanosamente.
Es que a veces no me bastan sólo las estrofas. que adornan como melodías las eternas añoranzas y pasiones, cuando la felicidad plena no termina nunca de indicarme la ruta que hay que transitar a diario para poder alcanzarla .
Y sabes, el reloj de la vida está avanzando tanto.
Permíteme que tan sólo por una vez, quien sabe si no será la última, pueda sentirme feliz aferrándome a la tibieza de tu pescuezo de peluche, para escuchar así, antes de dormirme esa noche, la música de aquélla calesita de mi barrio, en la cual solía galopar sobre tu distante primo de madera.
No me dejes de a pie esta vez, unicornio azul, que te has perdido ayer, justo ayer , cuando comenzó a angustiarme tanto, lograr encontrar la paz, como no sea montándome sobre tu leyenda.

FERNANDO, EL NAVEGANTE DE MARES, RIOS Y SUEÑOS. . .