Mi queridísima Amiga Ana María, tuvo la delicadeza de designarme entre las 5 personas que debían continuar esta simpática cadena, que en honor de verdad ha tenido un éxito resonante en la blogósfera, al extremo que me llevó bastante tiempo descubrir a quiénes aún no le habían asignado la tarea.
Debo agradecer especialmente a Gem@ ( Carpe Diem ) y Tiras de Papel, por haberme honrado también con la elección pero, nobleza obliga, no podía dejar de cumplir con quien lo hizo en primer término.
La idea es desparramar en el ciberespacio 5 hábitos extraños, obsesiones, etc., para luego invitar a 5 ciberamigos a realizar lo mismo que tú has realizado.
(TEXTUALES INDICACIONES DE ANITAMARIA)
Las invitaciones las encontrarán al finalizar estas confesiones, en algunos casos , casi inconfesables.
1.- No tolero los equipos de aire acondicionado de los lugares públicos, fundamentalmente, cuando están a unos 10 grados bajo cero, por que se puso de moda parecería, que la gente sienta MUUUUUUUUUUCHO FRIO en los días de excesivo calor desde luego, al ingresar a una confitería, a un cine, a un shopping etc.
Por eso, aunque muchos me miran como un loco cuando la uso, me compré el año pasado una camperita de una tela muy liviana, para usarla ni bien ingreso a uno de esos iglúes.
Cuando veo a la gente con remeritas o blusas en esos lugares, me siento como un esquimal, pero qué me importa bbrrrr.
2.- Desde que he sido adolescente, no me pudo dormir sin encender una pequeña radio debajo de mi almohada.
De esa forma, lo voy haciendo escuchando música o comentarios amenos, y al despertarme, trato de sintonizar un noticiero, para enterarme más que nada la temperatura, si va a llover, alguna noticia importante, en fin esas cosas.
El gran problema existencial que afronto, es que soy el único al que le gusta dormirse escuchando música, o despertarse con un noticiero, pues mi esposa desde tiempo inmemorial, se transforma, quiebra el silencio de la noche, el “clima” ideal a veces para que apague yo voluntariamente mi querida radiecita, al cordial pedido de: “APAGA ESA RADIO QUERES !!!!!”....
Hace poco más de un año recién, luego de unos cuantos de casados, descubrió sin demasiada simpatía, que en realidad cuando yo le decía SIIIIIIIIIIIII , YA LA APAGUEEEEE, sólo bajaba el volumen sin que ella se diera cuenta, y ya no se me quejara más.
Aunque ya sabe la verdad, y no me puede perdonar los años de mentiras piadosas, sigo haciendo lo mismo, pero ahora al menos logro que se ría un poco antes de dormir, al escuchar el consabido, SI SI, YA LA APAGUE.
3.- Desde que ingresé a la blogósfera, cuando me despierto , lo primero que hago mientras estoy desayunando, es encender la PC (el ordenador, la compu, etc. como la quieran llamar) abro el blog, para ver qué comentarios nuevos ingresaron, o dejar mis saludos en los blogs amigos, descubriendo con mucho placer los nuevos post.
Esto me está significando tener que ir casi día por medio en taxímetro al trabajo, pues cada vez salgo más tarde de mi casa, con la vista cansada ya de la noche anterior, y encima para tener que meter las narices de nuevo en una PC hasta las 5 de la tarde.
Pero todo este esfuerzo físico / ocular/ monetario vale la pena.
Hace como 10 años que estoy en la net, Pero hasta ahora no encontré un sitio tan divino como la blogósfera, y será por eso que en cualquier momento mando un parte médico de algún doctor amigo, y a teclear se ha dicho.
4.- Me encanta asociar algunas palabras que dice mi interlocutor en una conversación, con la letra de una canción, una frase popular, el título de una película, etc.
El único problema, que toda mi vida tuve un sentido del humor a veces algo “sui géneris”, o sea, yo me divierto como loco conmigo mismo, y el otro, sobre todo si no se acuerda o no conoce la canción, la frase popular o la película, me mira como si estuviera observando a un marciano, por que no entiende nada.
Los otros días, había una pequeña reunión de algunos compañeros de trabajo en la empresa, con los comentarios típicos previos a la despedida, faltaban minutos para la hora de marcharnos.
En vez de decir el tradicional “chau, hasta mañana” , o cualquier otra rutinaria frase para la ocasión, se me ocurrió interrumpirles la conversación del final del día, distendida por supuesto, tarareando la letra de un tango, sonriente, esperando que todos festejen mi genial idea.
Y me despaché a piacere con :........ “Muchachos esta noche iremos por los barrios, a revivir momentos del tiempo que pasoooó “
Ja ja ja , (mis risas , obviamente, las únicas que se escucharon).
Se dieron vuelta algunos de ellos y me miraron con cara de pocos amigos, por la interrupción con algo tan tonto para ellos.
Sólo por que no comprendieron mi genial asociación de la despedida con esa letra, fue justo me pregunto , que tuvieran que observarme de arriba hacia abajo airadamente, además, como diciendo, “pero qué pedazo de ....” Se les notaba en la mirada..
Bueno, si me pongo a rememorar más anécdotas así, precisaría un blog entero,.no un post.
: )
5.- Soy algo cholulo, sí.
Me encanta encontrarme por la calle, en un café, en el subte (el metro), en fin donde sea, con algún músico famoso, un deportista de mi predilección, un cantante, y como verán mi cholulismo no alcanza aún a los actores / actrices famosos / as.
No lo digo por no parecer un baboso, realmente es verdad.
Pero no puedo sentir más placer , que poder decirle, a cualquiera de esas personas “Si me permite, quisiera felicitarlo por toda su trayectoria”
Es una frase célebre ya en mi repertorio cholulo, y ante todo, es motivo de burlas de mi familia cada vez que lo cuento.
Y yo me pregunto, de qué se ríen ??
Y qué hay, un día se me cruzó por la calle un gran campeón mundial de box que hemos tenido hace unos años, Nicolino Loche, cómo perderme una oportunidad así, le metí un apretón de manos “a la pasada”, con la frase célebre de por medio, desde luego, y hasta me sonrió agradecido.
Al MAESTRO Astor Piazzola, pude felicitarlo, cuando al girar mi cabeza de manera causal, descubrí que estaba sentado en el piso, humildemente, como uno más de los espectadores, junto a su esposa, presenciando el Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín, que en el hall central de ese impresionante teatro de Buenos Aires, estaban bailando al ritmo de “Libertango”, una de sus más importantes creaciones.
No recuerdo esta vez qué le dije, sinceramente, la emoción era muy grande y el cholulismo se transformó en ese instante en un sentimiento de profunda admiración.
Otra vez me quedé boquiabierto ante la descomunal y sorpresiva aparición desde atrás de donde yo me hallaba ubicado en un negocio, de una cantante de rock que en Argentina al menos es muy admirada: Patricia Sosa.
Para que se den una idea, 1,70 mts de altura apxte., cabellos rojizos ensortijados ,tez mate, un perfume que inundaba el local, y pasaré de largo otras descripciones que ya se las pueden imaginar supongo.
Sentí en un instante como una especie de ingreso al estado de nirvana.
Por supuesto que la felicité medio bobo , e inmediatamente......SIIIIIII , adivinaron, “te felicito por toda tu trayectoria”. Ella se quedó mirándome como diciendo, y este tipo tan efusivo , de donde salió???
Pero muy gentil , no obstante, me estrechó la mano, y debo admitir que cometí un acto de una gran bajeza como padre, perdido por mi obnubilación.
Fui corriendo hasta mi portafolio que estaba sobre un mostrador, y con el primer papel que encontré le pedí que por favor me firmara un autógrafo “para mi hijita, por que la admiraba mucho”.
Cómo le iba a decir, “me firmas un autógrafo Patricia”, para quedar como un baboso ante ella.
Tuvo la deferencia de hacerlo, dedicado a nombre de mi hija (sentí verguenza lo juro) en una tarjeta postal con su imagen deslumbrante que usaba como promoción.
Esa postal aún la conservo, luego de 10 años, y como se dice por mi tierra, “quién me quita lo bailado ??”
Y para no perderme la oportunidad de recitar un poema, COLORIN COLORADO ANITAMARIA, MI CONFESIÓN HA TERMINADO.
Los 5 queridos amigos a los que designo para continuar con estas confesiones, por supuesto sin compromiso para ellos, son:
AMY
ALHAIM LOOR
INCONDICIONAL
MAHA
OPALO
Pegaso del Sol, 1922, Acuarela
Ña Diáfana, 1923, Acuarela
